Editorial fin de año 2021

Actualidad de la Fundación





El año 2021 llega a su fin y nos deja una estela de malas noticias y también, reconozcámoslo, alguna no tan mala e incluso buena.

 

Obviamente presidiendo todas las malas, hemos de citar la pandemia del coronavirus, en sus múltiples facetas y variantes, que ha tenido un efecto devastador no solo en las vidas y economías de millones de seres humanos, sino también sobre la vida política en general, generando en algunos casos una verdadera crisis de las instituciones en los países democráticos, en especial aquellos que conforman la Unión Europea.

 

Hemos visto resurgir con fuerza todo tipo de movimientos de extrema derecha que con notoria coincidencia han utilizado como trampolín contra las instituciones democráticas, el sentimiento negacionista y de rebeldía de una parte de la población, no solo ante el hecho en si de la enfermedad, sino también contra las medidas adoptadas por los gobiernos para luchar contra ella.

 

Al calor de las dificultades comunes, han vuelto a resurgir los movimientos nacionalistas, la xenofobia y el racismo, así como un sentimiento difuso e irracional contra una emigración que, por otra parte, resulta esencial para poder mantener el tejido productivo de nuestras economías avanzadas y el nivel de vida privilegiado de nuestras sociedades occidentales. 

 

Campa un sentimiento de irritación y hartura ante las dificultades y restricciones de todo tipo que hemos de soportar los ciudadanos, cuya válvula de escape resulta ser en no pocos casos, responsabilizar a los gobiernos y las instituciones de todo aquello que nos agobia, olvidando por el camino que el Estado somos todos y la responsabilidad ante las dificultades es común.

 

Estamos pues ante retos de enorme transcendencia, como son el recuperar la vida social con un tanto razonable de “normalidad”, potenciar el desarrollo económico para volver, al menos, a los estándares de bienestar de años atrás, y defender el sistema democrático y las instituciones que lo encarnan contra los embates de todo tipo de populismos y movimientos demagógicos de extrema derecha.

 

Entre las buenas noticias, hemos de destacar el hecho de que, gracias a la existencia de la Unión Europea, hemos podido capear estos terribles momentos colectivos con éxito indiscutible y disponer de medios económicos para poder relanzar la recuperación económica y social de todos sus miembros en general y en especial los de economías mas dañadas, entre los que nos encontramos.

 

También que esta Unión Europea no solo ha hecho frente con eficacia a esta crisis de magnitud nunca conocida, sino que también ha seguido defendiendo sus valores y principios frente a las posiciones inaceptables de algunos de sus socios, como Polonia y Hungría, empeñados en atacar a las instituciones democráticas de sus países y negar la superioridad de la justicia europea, en los temas en que así esta dispuesto en los tratados.

 

Y también levantar la voz y oponerse a los abusos evidentes contra las libertades públicas y el espíritu imperialista de la Federación de Rusia, empeñada bajo el mandato de su presidente Vladimir Putin, en reforzar un sistema autoritario de gobierno y en reconstruir un “imperio perdido”, respondiendo a arraigados impulsos que ni siquiera el comunismo soviético supo superar.

 

Otro reto al que hemos de estar muy atentos.

 

Pero no quiero terminar estas líneas sin dejar constancia del hecho de que, durante estas difíciles circunstancias colectivas, la Fundación Valsain no ha dejado de seguir impulsando sus actividades, celebrando sus ciclos de conferencias y de Cine y Derechos Humanos o la celebración del Premio escolar en Valores Democráticos, respetando eso si, todas las medidas de seguridad sanitaria vigentes. 

 

Y seguimos trabajando y preparando nuestro programa de actividades para 2022 que, esperemos, nos permita a todos caminar hacia una recuperación de la normalidad y convivencia colectiva que tanto necesitamos. Hemos demostrado todos los europeos y los españoles también, que somos capaces de superar esas dificultades. Ahora toca remar juntos, en el interés de todos. 

 

Sotosalbos, 25 de diciembre de 2021